Categoría: Dietas – Plan Nutricional

Cocinar con harina de coco presenta nuevos desafíos, ya que ésta no se comporta de la misma manera que las harinas de cereales en las recetas. El uso de la harina de coco requiere de técnicas especiales para obtener los resultados deseados. Así que imprime este artículo y pégalo a la puerta de tu nevera para tenerlo como referencia la próxima vez que quieras trabajar con esta original y nutritiva alternativa a la harina de trigo.

¿Qué es la harina de coco y cómo se utiliza?

La harina de coco es una harina suave que se elabora a partir de la pulpa del coco. Es un subproducto natural en el proceso de la elaboración de la leche de coco. Tras extraer la leche, la pulpa resultante se seca a baja temperatura y luego es molida hasta obtener un polvo muy fino con una apariencia similar a la de la harina de trigo, y olor a coco. De la misma manera que podemos hacer leche de coco en casa, también podemos hacer harina de coco, aunque para ahorrar un poco de tiempo y esfuerzo en la cocina, yo la suelo comprar ya hecha.
Quizás su característica más peculiar sea la forma tan sorprendente que tiene de absorber líquidos, y en esto no se parece a ninguna otra harina. Es como una esponja en polvo, capaz de absorber una impresionante cantidad de huevos, aceite y otros ingredientes líquidos.
Esta harina es muy popular entre personas que han eliminado los cereales de su alimentación (paleo, primal, GAPS, SCD, etc.) y nos ofrece una alternativa a las tradicionales harinas a base de cereales, sin gluten, rica en proteína y en fibras y baja en hidratos de carbono.

Beneficios de cocinar con harina de coco

  • Es rica en proteína, fibra y grasa, convirtiéndola en una harina muy saciante. Podemos encontrar 5 gramos de proteína en tan sólo 2 cucharadas de harina de coco. Como plus, la proteína y las grasas presentes en la harina de coco reducirán la carga glucémica de masas hechas con endulzantes.
  • Es menos alergénica que la harina de almendra. Las masas sin gluten y sin cereales se elaboran con frecuencia con harina de almendra. Esta harina puede dar problemas de alergias, y no es recomendable usarla con regularidad.
  • Se mantiene estable en cocciones. A diferencia de la harina de almendra y otras harinas de frutos secos que contienen un alto porcentaje de grasas poliinsaturadas, las grasas presentes en la harina de coco son saturadas, y por lo tanto, estables al calor.
  • Es una buena fuente de ácido láurico. El ácido láurico es una grasa saturada que estimula el sistema inmunológico y la tiroides.
  • Es una buena fuente de manganeso. Este mineral ayuda a nuestros cuerpos a utilizar mejor muchos nutrientes, como pueden ser la colina y la biotina, la vitamina C y la tiamina. El manganeso también es un nutriente con una función importante en la salud ósea, el sistema nervioso y la salud de la tiroides.
  • Se utiliza muy poca cantidad. Cuando compramos un paquete de harina de coco nos puede parecer cara, pero se estira mucho, ya que se utiliza muy poca cantidad en las recetas. Por ejemplo, en mi popular receta de Brownies de Cacao y Remolacha, sólo se usan 4 cucharadas soperas colmadas de harina de coco.
  • La harina de coco no es derivada de cereales, por lo que su uso evita muchos de los problemas asociados con éstos, y tampoco es necesario remojarla.
  • No contiene inhibidores de enzimas. Todos los frutos secos y semillas en su estado crudo contienen inhibidores enzimáticos. Si comemos grandes cantidades de frutos secos y semillas sin remojar, esto causa estrés en nuestro sistema digestivo. El libro Nourishing Traditions ofrece indicaciones para remojar y deshidratar cada tipo de fruto seco.
  • Tiene un sabor delicioso. La harina de coco tiene un sabor suave; incluso si no eres muy amante del coco, lo más seguro es que te gusten las masas hechas con esta harina que imparte un sabor sutil y ligeramente tostado.

Fuente: https://www.evamuerdelamanzana.com

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