Con vistas a una nueva Semana Santa, esta ciudad del centro de la provincia de Buenos Aires es una buena opción para celíacos ya que ofrece una variada oferta gastronómica con menús libres de gluten.

 

Esta ciudad serrana del centro de la provincia de Buenos Aires, en la Argentina, es un modelo de ciudad libre de gluten; un destino inclusivo orientado a una mayor calidad de servicios. A esta belleza natural y espiritual que brinda Tandil se suma la integración y el desarrollo social y turístico surgido de la voluntad conjunta de su intendente, el doctor Miguel Lunghi, un pediatra de 72 años enfocado en la familia -que trabaja con organizaciones intermedias como el Ente Mixto de Turismo de Tandil-  y la filial local de la Asociación Celíaca Argentina, que generan mejores condiciones de vida para todos los habitantes celíacos o sensibles al gluten.

Se ha logrado una verdadera ciudad apta para celíacos, con restaurantes, hoteles y cabañas, productores regionales, dietéticas, paradores, estaciones de servicios y otras prestaciones, con una elevada calidad de atención, un buen surtido y calidad de productos y con un nivel de precios muy aceptable. Estamos ante un modelo de ciudad accesible para celíacos.

Son 50 los locales que disponen de productos y servicios para celíacos y son capacitados, controlados y evaluados periódicamente. Tandil acoge a sus vecinos celíacos, tanto como a turistas y viajantes de la misma forma, integrándolos a su apacible vida cotidiana a través de un extenso listado de locales con productos y servicios sin gluten -el más completo que podemos conocer hoy en América Latina-, digno de imitar, visitar y disfrutar. Cuentan que de cada cuatro visitantes, uno quiere quedarse en Tandil; estamos seguros de que si los cuatro fueran celíacos, se quedarían a vivir sin dudarlo un instante.