La enfermedad celíaca ha aumentado su prevalencia en la sociedad porque los nuevos métodos de diagnostico ayudar a su identificación. Su único tratamiento es llevar una dieta estricta libre de gluten pero cuando los pacientes quieren llevarla a la práctica se encuentran con distintas dificultades.

A continuación detallamos los principales obstáculos que un celíaco encuentra en su vida cotidiana y que los condiciona para llevar delante la dieta.

 

El sello en los alimentos:

El etiquetado de los alimentos sin gluten en muchas ocasiones puede ser incompleto, erróneo o incluso nulo, lo que puede producir cierta inseguridad a la persona celíaca en el momento de considerar un producto “apto” para su dieta.

 

Comer afuera:

La necesidad de comer afuera de casa (comedores escolares, comedores, colectivos y universitarios, viajes, hoteles, restaurantes) puede convertirse en un riesgo en relación a la contaminación de la comida o la difcultad de conseguir preparaciones sin gluten.

 

La contaminación en los alimentos:

Durante la manipulación, los alimentos sin gluten pueden contaminarse, si no se ponen en práctica las medidas seguras para evitar la contaminación cruzada y, así, pueden convertirse automáticamente en alimentos no aptos.

 

Los medicamentos:

Muchos medicamentos y aditivos pueden contener gluten, harinas, almidones u otros derivados  en la preparación de sus excipientes y puede que no estén debidamente etiquetados.

 

El rol del Estado:

En los últimos años, el acceso a los alimentos seguros para celíacos ha sido beneficiado por la 26.588, que dispone que los artículos libres de gluten usen un símbolo y una leyenda que los identifique. A su vez, el Ministerio de Salud tiene la responsabilidad de llevar un registro de alimentos que se comercialicen aptos con una actualización bimestral, la respectiva publicación a la comunidad y el control de buenas prácticas de manufactura para la elaboración de los productos sin gluten con la aplicación de controles bromatológicos pertinentes.