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Se trata de un proyecto colaborativo; la iniciativa fue de un par de jóvenes y, en los primeros tres días, ya sumaron más de 500 establecimientos entre restaurantes, bares, heladerías y supermercados.

Si bien Martín Irlicht es celíaco desde hace más de una década, cuando a una de sus sobrinas le diagnosticaron la intolerancia al Trigo, Avena, Centeno y Cebada (TACC) se le ocurrió la idea de armar un mapa con lugares donde su hermano pudiera ir a comer con la pequeña.

En diálogo con LA NACIÓN, el licenciado en comercialización, contó cómo comenzó a tomar forma el mapa. «En primer lugar, hace unas semanas le diagnosticaron a una de mis sobrinas que es celíaca. Los padres, si bien conocen muchísimo sobre el tema porque hace varios años que yo soy celíaco, me preguntaban si existía alguna App en la cual podían buscar que lugares tenían opciones para celíacos. En segundo lugar, unos días antes de armar el mapa, les consulté a algunos amigos que también son celíacos a ver si conocían algunos lugares nuevos, o que yo no haya ido nunca, para ir a comer para no caer siempre en los mismos restaurantes».

La ayuda siguió llegando: «Mi novia, mis amigos, familiares cuando van a comer afuera y ven que en la carta indica que hay platos para celíacos, siempre me escribían y me decían ‘En tal lugar tienen menú para celíacos'»

«Por último, el año pasado estuve viviendo en Israel y había una chica que tenía una cuenta de Instagram que subía cosas de lugares Gluten Free en Tel Aviv y fue armando el mapa en Google Maps con los lugares que contaban con opciones aptas», detalló Martín que tiene 26 años.

Lo que terminó de impulsar al joven a hacer el relevamiento fue la falta de un lugar confiable para chequear: «Seguía una página de Facebook que contaba con establecimientos aptos para celíacos, pero sentía que no estaba actualizada. Me pasó de ir a lugares que aparecían allí y ya no existía o que todos los lugares que me pasaba la gente no estaban incluidos. Es por eso que decidí empezar a buscar información de lugares aptos, sumado a todo el listado que ya tenía y empecé a cargar los lugares».

Ahí apareció su amiga, Natasha Lewin, que tenía una cuenta de Instagram que se llama «SerGlutenFree». Martín le contó su idea y la licenciada en publicidad se sumó. «Le copó la idea; me dijo que le encantaba. A ella le llueven mensajes de personas que le consultan donde pueden comer, entonces vimos la necesidad de crear algo para ayudar a las personas para que sepan donde pueden comer y lo tengan al alcance de la mano en todo momento. Así que empezamos juntos a sumar lugares y ya tenemos más de 500. La idea es ir ampliando el mapa con lugares de todo el mundo, pero empezamos a centrarnos y actualizar bien Argentina».

El mapa «Lugares Gluten Free» fue lanzado el domingo pasado y, en tres días ya recibió más de seis mil visitas, dijo entusiasmado Martín y contó que ya recibieron más de 100 mensajes por todos los medios para que sumemos lugares. «Creemos que este número va a ir aumentando fuertemente a medida que se conozca el mapa. En los primeros 3 días ya ingresaron al mapa más de 6 mil personas. Si se sigue difundiendo como hasta ahora, vamos a seguir sumando muchos lugares nuevos».

Para quien quiera aportar lugares a sumar en el mapa debe enviar un mensaje a [email protected] para que Martín y Natasha los incorporen. «Ya nos escriben restaurantes, bares, emprendimientos de comidas sin gluten, para que los sumemos al listado. Estamos impresionados con la difusión que tuvo en los primeros días»

Las dificultades actuales

Ante la consulta de cuál es la mayor dificultad cuando van a ir a comer o tomar algo, Martín contó: «El mayor problema hoy por hoy es la contaminación cruzada. Tal vez vas a comer a una parrilla confiado en que podés comer carne, pero resulta que en la misma parrilla hacen provoletas que les ponen harina. Entonces hay que asegurarse que la carne no vaya apoyada en el mismo lugar, que no utilicen el mismo utensilio y tengan todos los cuidados para que no se contamine con nada. O pedir unas papas fritas y que estas no estén hechas en el mismo aceite que hicieron milanesas, empanadas, rabas. Lo ideal es que puedan preparar la comida en una parte de la cocina separada, con tablas, cuchillos, fuentes, sartenes separadas, que las utilicen solo para los celíacos».

«Otro gran problema es la desinformación de los mozos. Creemos que en este punto hace falta una fuerte capacitación en todos los restaurantes explicando que es la celiaquía, que es lo que podemos y no podemos, lo que nos puede pasar si comemos gluten y los cuidados necesarios que hacen falta para servir un plato 100% garantizado», dijo Martín y concluyó: «Muchas veces en lugares que ofrecen opciones para celíacos, como por ejemplo una hamburguesa con pan apto, la cobran más caro solo por el hecho de ser con pan sin gluten».

MAPA COLABORATIVO

Fuente: http://www.lanacion.com.ar

 

CBN. El equipo de Francisco Barro, del Instituto para la Agricultura Sostenible de Córdoba,  ha logrado, mediante una técnica de modificación genética, eliminar el 90 por ciento de las gliadinas en el trigo.

Lo lograron mediante la adición de genes que desencadenan un proceso llamado interferencia de ARN, que impide la formación de proteínas específicas el trigo. Pero debido a que los genes de la gliadina permanecen intactos, en teoría, existe el riesgo de que el trigo pueda generar nuevamente estas proteínas.

Entonces, el equipo de Barro aplicó la edición de genes CRISPR para deshacerse completamente de estos genes. Esta es una tarea muy compleja porque no hay menos de 45 copias del gen de la principal proteína de gliadina que origina estos problemas. Sin embargo, el equipo de Barro informa que ya han logrado eliminar 35 de los 45 genes.

Hay un número significativo de que personas tienen una enfermedad autoinmune llamada enfermedad celíaca. Su sistema inmunológico responde incorrectamente al gluten, que puede dañar el revestimiento interno del sistema digestivo y llegar a causar diarrea, vómitos, malnutrición, daño cerebral e incluso cáncer de intestino.

De esta forma, los celíacos, obligados a evitar el gluten, podrían tener pronto un pan (y pasteles) apto para su consumo, evitando que se desencadene esta reacción inmune adversa y peligrosa en 1 de cada 100 personas.

Debido a que las nuevas cepas todavía contienen algunos tipos de gluten, el trigo todavía se puede usar para hornear pan. “Se considera que es bastante bueno, ciertamente mejor que cualquier otro en las estanterías sin gluten”, dice Jan Chojecki, de PBL-Ventures, en el Reino Unido, que está trabajando con inversores en América del Norte para comercializar productos elaborados con este trigo modificado genéticamente.

El gluten es el término general para todas las proteínas en el trigo y los cereales relacionados. Durante la cocción, estas proteínas se unen para formar cadenas elásticas, que es lo que mantiene los panes y los pasteles compactos.

Sin embargo, no todas las proteínas de gluten activan esta respuesta: el principal culpable es un grupo llamado gliadinas.

Es necesario deshabilitar más genes antes de que la cepa CRISPR esté lista para las pruebas, pero valdría la pena todo el esfuerzo: el equipo ya ha demostrado que la cepa de trigo GM produce un pan aceptable. No se puede usar para hacer panes grandes, pero es lo suficientemente bueno para baguettes y panes pequeños, indica Jan Chojecki.

“Algunas personas estarán muy contentas con este hallazgo”, dice Sarah Sleet, responsable del grupo de pacientes Celiac Reino Unido, entre otras cosas porque es difícil mantener una dieta sin gluten.

Sin embargo, otros pueden no querer comer alimentos genéticamente modificados, o correr el riesgo de que algunos componentes desencadenantes del sistema inmune puedan a pesar de ello estar presentes en el trigo, dice Sleet.

Ya se están llevando a cabo pequeños ensayos del trigo transgénico con grupos de 10 a 20 personas con enfermedad celíaca en México y España. “Todo lo que puedo decir es que los resultados son muy alentadores”, dice Chojecki.

Referencia de la revista: Plant Biotechnology Journal, DOI: 10.1111 / pbi.12837

Fuente: https://cordobabuenasnoticias.com

El 1 por ciento de la población de la ciudad es celíaca, según estiman en la Asociación Celíaca Argentina. Crece el número de personas que consume sin TACC.

por Belén Bagaloni, Lucas Di Nucci y Tomás García Castañón

En la ciudad hay más de 2000 celíacos, según Mariana de la Riva, presidenta de la Filial Mar del Plata de la Asociación Celíaca Argentina. Si bien aclaró que el dato se refiere a las personas que se acercan a la asociación, estima que el 1% de la población local es celíaca.

La celiaquía es una enfermedad crónica que produce una lesión en la mucosa intestinal la que provoca una atrofia en las velocidades del intestino alterando la absorción de nutrientes. Esto se debe a la intolerancia del gluten encontrado en las proteínas del trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC).

El gran problema que tienen es a la hora de comprar los productos que necesitan. Por lo general, en las grandes ciudades no tienen mayores dificultades, encuentran muchas variedades de distintos alimentos en marcas diferentes, pero en ciudades más pequeñas el inconveniente es mayor, no tienen diversidad de productos.

A lo largo de los años la industria evolucionó. En Mar del Plata, los comercios y productores siguen adaptándose de a poco a las necesidades de los celíacos encontrando un nuevo público que consume productos “Sin TACC“, que crece cada año. Una de las personas entrevistadas señaló que es celíaca hace 8 años y que en su momento no tenía muchas opciones, los pocos productos que había tenían gustos similares.

Hoy en día esto cambió, la mayoría de los almacenes y supermercados tienen muchas variedades y destacó que las dietéticas son claves a la hora de ir a comprar algún alimento en específico. Distintas marcas han decidido sólo producir mercadería para los que sufren de celiaquía y para identificarlos en su envase tienen un logo que dice “sin TACC”.

Algunos mercados sacan un mayor rédito económico armando una sección especialmente con productos sin TACC aptos para celíacos, por lo que logran captar que las familias que tienen un integrante celíaco compren estos alimentos sin gluten y a su vez alimentos para el consumo del resto de la familia.

Una diferencia a tener en cuenta entre los productos para celíacos y los que no es el precio. Uno de los motivos es que el valor de la harina de maíz es mucho más costoso con respecto a las demás harinas; el otro motivo es que las fábricas que elaboran productos para celíacos y a su vez otros alimentos, necesitan tener espacios totalmente separados para evitar la contaminación cruzada y esto mismo se ve en los precios finales.

Precios libres de TACC

La diferencia de precios es notoria. En los aceites el precio es el mismo lo que varían son las cantidades. El de oliva la botella de medio litro ronda los 70$ mientras que la de litro de girasol tiene el mismo valor. Con respecto a la harina para celíacos (maicena) se encuentra a 30$ el kilo mientras que la común 20$.

Los fideos son el producto que más diferencia de precios hay, los Don Vicente están 25$ aproximadamente mientras que los celíacos rondan entre los 40$ y los 80$ dependiendo la marca.

Con las galletitas pasa lo mismo que con los fideos, la diferencia de precio es abrumadora, las galletas comunes de 120gr están entre 18$ y 23$ dependiendo la marca mientras que las aptas para celíacos del mismo peso llegan a los 40$. Las tostadas sin TACC valen 28$ el paquete de 12 unidades y las que tienen TACC 24$ pero contienen más cantidad.

Entretanto las golosinas tienen su diferencia de precio. En los chocolates es donde más se puede reflejar la situación, ya que un Cadbury (apto para celíacos) vale 35$ mientras que un Milka o un Cofler valen entre 27$ y 30$, las gomitas Mogul (sin TACC) rondan los 9$ y las Gomucho 4$.

Los alfajores son de las golosinas más buscadas por los argentinos: un celíaco puede comprar su alfajor (de arroz) a 14$, a su vez, el común simple se encuentra entre 11$ y 15$. En cambio en las pastillas no hay diferencia de precios.

¿Qué es la contaminación cruzada? Es la contaminación que se produce cuando entra en contacto alimentos contaminados (crudos, o alimentos con TACC) con otros de alimentación directa (frutas, verduras, o alimentos Sin TACC). La celiaquía es una enfermedad que requiere un extremo aislamiento con respecto a sus productos, es decir, una persona no puede manipular alimentos sin TACC si previamente había tocado otro tipo de productos, como también se requiere de utensilios propios para evitar la contaminación cruzada.

Salir a comer

Otro de los problemas que tienen los celíacos es salir a comer. Según De la Riva, la ciudad no cuenta con servicio de restaurantes adaptados para el celíaco. En noviembre del 2015 se modificó la Ley Nacional Nº26.588 la cual obliga a los restaurantes y bares a tener diferentes tipos de menú y paneras especiales para las personas que sufran la enfermedad. Hoy en día esta ley no se cumple y nadie lo controla.

Los dueños y encargados de los de los comercios, no conocen ni saben que hay una ley que protege a los celíacos, por lo que es un gran dilema para ellos a la hora de ir a comer a algún lado. Lo que sí hacen es completar el POES que es un reglamento obligatorio de sanidad en el que, entre otras cosas, se deja escrito la hora en que se limpió la cocina, que se cocinó, de que forma, como se atenderá a una persona celíaca en caso de que ingrese al establecimiento a comer: a esto se refiere en limpiar toda la mesada, usar utensilios limpios y no tener ningún otro producto en el ambiente que pueda afectar a una persona celíaca.

Lugares donde se puede comer sin TACC en Mar del Plata: CripHamburguesas (Diagonal Pueyrredon y Moreno), Faustino Resto (Urquiza 5020), Bambú (Santiago del Estero y Garay), Restaurante Marisquería Santa Rita (Centro Comercial Puerto), Helados Cremolatti (Centro Comercial Puerto) y Dei Fiori (Olavarría 2529), entre otros.

Subsidios y obras sociales

El estado ante la situación económica de cada celíaco implementó un plan de subsidios en el que se requieren los siguientes requisitos: se realiza una evaluación personalizada de la situación económica de cada persona y las deficiencias nutricionales de cada una; además aclara que no es una pensión por discapacidad y es incompatible con la jubilación, pero sí es semejante con otros tipos de subsidios. Además, el estado brinda canasta de alimentos sin TACC para aquellas personas de bajos recursos que no puedan acceder a una dieta variada.

Las obras sociales cumplen un rol fundamental, lo más importante es diferenciar a las que están asociadas a un gremio de las privadas. En ambas es importante destacar que en caso de que se diagnostique la enfermedad a una persona ya siendo afiliado, la empresa le otorgará toda la cobertura correspondiente al plan que tenga, le cubrirán todo el tratamiento, asistencia médica y la consistencia farmacéutica, sin embargo, ambas no cubren la alimentación. En caso de que la persona sea celíaca previo a ingresar como afiliado a una obra social o prepaga, la misma decidirá si lo toma o no dependiendo de una serie de diagnósticos. Hay empresas que los toman como otros que no (la mayoría), ya que, ingresan con patologías preexistentes.

De compras

– Comercios con productos sin TACC en Mar del Plata

Tekis Complejo – Ayacucho 3350

Dietética Kronen SIN TACC – Córdoba 3415

Sol de Invierno – 25 de mayo 3891

Dietética Musscetta – Patagones 698 (Perla Norte)

Il Toscano – San Lorenzo 3044

Natura Sur – República de Cuba 110 (Santa Rita)

Mercalito – Hipólito Irigoyen y Castelli

Panadería La Reina del Parque – Alberti esq. Olavarría y Tejedor 598

Sans Gluten La Reina del Parque – Av. Independencia 2598

Heladería L`Sucre (Helados sin TACC) – Av. J. B. Justo 486

– Para compras online

Sabores sin TACC

Señor de Sipan

Luwer

– Para más información

Asociación Celíaca Argentina: www.celiaco.org.ar

ACELA – Asistencia al Celíaco de la Argentina: www.acela.org.ar

(*): Aula Magna – Alumnos del 3° año de Periodismo General del Instituto Superior DeporTea.

Fuente: http://www.lacapitalmdp.com